El balcón y su vista espectacular

Despertar en una habitación amplia y luminosa fue increíble. Cada mañana disfrutábamos del aire fresco que entraba por la ventana. La atención siempre fue amable y acogedora.

Sin embargo, la ducha carecía de un receptáculo, inundando el baño y haciéndolo un poco peligroso. La falta de ganchos en el baño fue incómoda, así que tuvimos que improvisar.

La ubicación del hotel es una joya escondida, muy cerca de estaciones de metro, lo que facilita el acceso a los principales lugares de interés. Las instalaciones estaban bien mantenidas, y la habitación tenía un diseño moderno con grandes ventanales que dejaban entrar luz natural. Apreciamos mucho la disponibilidad de un mini fridge y una tetera en la habitación, lo que hizo nuestras mañanas más agradables. Además, el ambiente era muy acogedor, ideal para relajarse después de un día de exploración.

Solamente notamos que la relación calidad-precio del desayuno podría mejorarse, ya que algunos platos parecían un poco costosos.

Desayuno con pancakes recién hechos.

La limpieza, la atención al detalle, la comodidad de las habitaciones fue excepcional.

Las instalaciones son modernas y muy limpias, y el servicio increíble, ¡hasta nos dejaron hacer el check-in antes!

Solo les falta un poco de respeto, me despertaron como si fuera una alarma.

una experiencia única gracias a una atención excepcional y un desayuno que alegra el alma

El hotel es una joya. La atención del personal es amable y multilingüe, siempre dispuesto a ayudar. Las habitaciones son cómodas y están bien insonorizadas, lo que garantiza un descanso reparador. Además, la ubicación es excelente, muy cerca del transporte público y de lugares de interés. El desayuno es delicioso, con una amplia variedad de opciones frescas. Sin duda, volvería a elegir este hotel.

Desayuno delicioso y buena ubicación

Pasamos una estancia agradable, destacando el desayuno que ofrecía opciones como repostería casera y pancakes recién hechos. La habitación era amplia y estaba bien insonorizada a pesar de estar cerca de una zona animada. Además, la comunicación con el metro y el autobús es excelente, con transporte justo a la puerta del hotel. Sin embargo, notamos que un día no limpiaron nuestra habitación, lo cual fue un inconveniente.

Estuve en Berlín por unos días para explorar la ciudad y me encontré con un sitio muy cómodo. La habitación era acogedora con buena luz natural, y la cama resultó ser súper cómoda para descansar después de caminar todo el día. La ubicación es ideal, a un corto paseo de Alexanderplatz y con estaciones de metro cerca que facilitan el desplazamiento por la ciudad. Sin embargo, había un poco de ruido en los pasillos que podría ser molesto en la noche.

La estancia fue realmente agradable, especialmente disfruté del desayuno delicioso y la comodidad de la habitación. Me gustó mucho la tranquilidad del lugar, aunque el diseño era un poco más simple que en las fotos. Sin duda volvería.

La habitación tenía un diseño moderno, mucha luz natural y resultó ser bastante cómoda. La cama era un sueño. El desayuno era increíble, con opciones variadas que alegraban cada mañana. La atención del staff fue genial, siempre amables y dispuestos a ayudar. La ubicación es fantástica, a un paso del metro y muy cerca de los principales lugares de interés. Sin embargo, noté que la limpieza no fue constante. Un día no hicieron la habitación y eso me pareció un inconveniente. El ruido de las habitaciones vecinas también podía ser un poco molesto. Por otro lado, el precio del desayuno era un poco elevado, así que decidí no incluirlo ciertos días.

la habitacion era super amplia, con buena luz natural y muy limpia. el desayuno estaba brutal, con un monton de opciones ricas pa elegir y el staff era super amable, siempre con una sonrisa. la ubicacion es genial, a un paso del metro y bien cerca de lugares chidos pa visitar. el bar del hotel estaba muy bien, buena onda para relajarse en la noche. todo el ambiente del hotel tiene un toque moderno y cool, no se siente como un hotel aburrido.

Wi-Fi excelente, cama muy cómoda, aunque el ascensor era un poco lento.

El desayuno era tan variado y delicioso que me hizo sentir como si estuviera en un buffet de un festival gastronómico—cada mañana, fue un nuevo descubrimiento, desde jugos orgánicos hasta especialidades locales. Además, el diseño industrial del hotel, con sus paredes de ladrillo y arte urbano, parecía contar la propia historia de Berlín.

Ducha problematica

La habitación que nos tocó era amplia y cómoda, con mucha luz natural. La cama era súper confortable, así que descansamos bien. El Wi-Fi funcionaba perfecto, lo que fue genial para planear nuestras aventuras. Pero note que podría haber estado un poco más limpia. Hay un ambiente tranquilo a pesar de su ubicación céntrica, así que eso se agradece.